Radio Cinetica de Ayacucho cumple 25 años al aire


Radio Cinética de Ayacucho es la pionera en la frecuencia modulada  en toda la región. Fué en el año  1988, a finales del mes de octubre, exactamente el 31 de octubre, que sale al aire la señal de la radio.



Implementó sus Pedidos en Línea  via celular y teléfono fijo e internet.
CEL: 966 626262, 
FIJO 315509 O POR
 EL MSN (chat) Agregando  fm@cineticaradio.com



Cinética tiene la virtud de haber mantenido un estilo único que los oyentes disfrutan año a año. 

Si bien se han incluido algunos segmentos y programas, radio Cinetica se ha centrado fundamentalmente en el rock y pop, con algunos matices de música Salsa, Latinoamericana y Criolla.



2 comentarios:

El Escondite dijo...

Aurelio Bernardino, autor del Monumento a la Victoria de Ayacucho en la Pampa de la Quinua
Aurelio Bernardino, nació en Madrid, España. En el año 1928. Desde muy pequeño quiso ser artista y arquitecto. Pasó de muy niño los horrores de la guerra civil española y la penosa posguerra, hecho que marcó profundamente toda su vida. La familia tradicional lo convenció a convertirse en médico veterinario, carrera que concluyó, el diploma se exhibe en las paredes de su casa. Pero pronto abandonó para partir a Londres donde libremente siguió los anhelados estudios de arte, en el prestigioso Saint Martin´s School of Arts. Realizó allá algunas exposiciones de oleos y acuarelas y regresò a Madrid a continuar pintando acuarelas, su gran amor, además de óleos, esculturas y diseños varios e investigaciones generalmente afines a la ciencia, a los que lo llevó siempre su personalidad polifacética.
Fue a vivir en una buhardilla que decoró tan hermosamente que era sitio obligado de visita a los artistas e intelectuales que llegaban a Madrid y a los propios madrileños.
Conoció entonces a una peruana, Pilar del Avellanal, que estudiaba arte en Madrid. Para ambos fue un flechazo instantáneo. Cuando Pilar regresó al Perú lo hizo con Aurelio. Nunca màs volvieron a separarse, ni un solo día.
El artista se enamoró igualmente del Perú, de sus paisajes serranos, sus interminables arenales, los rojos atardeceres y la calidez de la gente peruana con la que siempre se sintió tan bien.
Leyó, en 1972, en El Comercio la convocatoria a un Concurso Internacional para conmemorar la batalla de Ayacucho en la Pampa de la Quinua. Situada a doce kilómetros de la ciudad de Ayacucho, en esta pampa, ocurrió en 1824, el combate más importante para sellar la independencia de Latinoamérica de la hegemonía española. Nueve países participaron, con trece arquitectos renombrados como competidores. Bernardino fue el ganador unánimemente.
Al descubrirse el sobre y encontrarse que el ganador era español la sorpresa fue inmediata. Para evitar comentarios el Comité del Sesquicentenario, encargado de realizar la obra le invitó a tomar la nacionalidad peruana. Bernardino aceptó encantado, porque ya amaba profundamente al Perú.
Y empezó a levantarse el bellísimo obelisco facetado de 44 metros de altura, recubierto de mármol travertino, que resplandece desde muy lejos entre los cerros que rodean la extensa pampa. Está rodeado de una serie de figuras de bronce y un altorrelieve de 15 metros de largo. Esta labor creativa le tomó dos entusiastas años. Además, viajaba con frecuencia a Ayacucho para supervisar la obra. Y terminó fascinado con la ciudad y sus iglesias y su ambiente hermoso. Esto, a pesar del soroche que lo acompañaba siempre no obstante todos los matecitos de coca que tomaba.
La inauguración fue memorable. Acudieron delegaciones de todos los países latinoamericanos. Todo fue imponente. Y el recuerdo le es imborrable.
Continuó su labor artística. Realizó exposiciones hiperrrealistas, ganó otros concursos, dio clases de escultura. Su espíritu inquieto se impactó profundamente con el terremoto del año 1970 y empezó a estudiar ciencias de la Tierra porque había sentido que la Tierra estaba viva. Ha sido un estudio intenso y amplio que le brindó grandes alegrías y que le ha tomado casi 40 años.
Escribió un libro con sus descubrimientos en esta área. Totalmente originales. El título es Geometría ignorada de la Gran Pirámide. Patrones estructurales de la materia. También escribió una novela de ciencia ficción inspirada en este descubrimiento; 25 grados latitud sur.
El libro acaba hace dos días de salir listo de la imprenta, Hermosamente ilustrado con sus dibujos, bellas fotos y un texto ameno y facilmente comprensible a pesar de ser de tema científico. Será presentado en breve por su esposa.
Aurelio Bernardino falleció este 29 de noviembre, inesperadamente, antes de la salida de su libro y del viaje que esperaba hacer esta vez con su esposa, el 9 de diciembre, a la Pampa de la Quinua.

El Escondite dijo...

Aurelio Bernardino, autor del Monumento a la Victoria de Ayacucho en la Pampa de la Quinua
Aurelio Bernardino, nació en Madrid, España. En el año 1928. Desde muy pequeño quiso ser artista y arquitecto. Pasó de muy niño los horrores de la guerra civil española y la penosa posguerra, hecho que marcó profundamente toda su vida. La familia tradicional lo convenció a convertirse en médico veterinario, carrera que concluyó, el diploma se exhibe en las paredes de su casa. Pero pronto abandonó para partir a Londres donde libremente siguió los anhelados estudios de arte, en el prestigioso Saint Martin´s School of Arts. Realizó allá algunas exposiciones de oleos y acuarelas y regresò a Madrid a continuar pintando acuarelas, su gran amor, además de óleos, esculturas y diseños varios e investigaciones generalmente afines a la ciencia, a los que lo llevó siempre su personalidad polifacética.
Fue a vivir en una buhardilla que decoró tan hermosamente que era sitio obligado de visita a los artistas e intelectuales que llegaban a Madrid y a los propios madrileños.
Conoció entonces a una peruana, Pilar del Avellanal, que estudiaba arte en Madrid. Para ambos fue un flechazo instantáneo. Cuando Pilar regresó al Perú lo hizo con Aurelio. Nunca màs volvieron a separarse, ni un solo día.
El artista se enamoró igualmente del Perú, de sus paisajes serranos, sus interminables arenales, los rojos atardeceres y la calidez de la gente peruana con la que siempre se sintió tan bien.
Leyó, en 1972, en El Comercio la convocatoria a un Concurso Internacional para conmemorar la batalla de Ayacucho en la Pampa de la Quinua. Situada a doce kilómetros de la ciudad de Ayacucho, en esta pampa, ocurrió en 1824, el combate más importante para sellar la independencia de Latinoamérica de la hegemonía española. Nueve países participaron, con trece arquitectos renombrados como competidores. Bernardino fue el ganador unánimemente.
Al descubrirse el sobre y encontrarse que el ganador era español la sorpresa fue inmediata. Para evitar comentarios el Comité del Sesquicentenario, encargado de realizar la obra le invitó a tomar la nacionalidad peruana. Bernardino aceptó encantado, porque ya amaba profundamente al Perú.
Y empezó a levantarse el bellísimo obelisco facetado de 44 metros de altura, recubierto de mármol travertino, que resplandece desde muy lejos entre los cerros que rodean la extensa pampa. Está rodeado de una serie de figuras de bronce y un altorrelieve de 15 metros de largo. Esta labor creativa le tomó dos entusiastas años. Además, viajaba con frecuencia a Ayacucho para supervisar la obra. Y terminó fascinado con la ciudad y sus iglesias y su ambiente hermoso. Esto, a pesar del soroche que lo acompañaba siempre no obstante todos los matecitos de coca que tomaba.
La inauguración fue memorable. Acudieron delegaciones de todos los países latinoamericanos. Todo fue imponente. Y el recuerdo le es imborrable.
Continuó su labor artística. Realizó exposiciones hiperrrealistas, ganó otros concursos, dio clases de escultura. Su espíritu inquieto se impactó profundamente con el terremoto del año 1970 y empezó a estudiar ciencias de la Tierra porque había sentido que la Tierra estaba viva. Ha sido un estudio intenso y amplio que le brindó grandes alegrías y que le ha tomado casi 40 años.
Escribió un libro con sus descubrimientos en esta área. Totalmente originales. El título es Geometría ignorada de la Gran Pirámide. Patrones estructurales de la materia. También escribió una novela de ciencia ficción inspirada en este descubrimiento; 25 grados latitud sur.
El libro acaba hace dos días de salir listo de la imprenta, Hermosamente ilustrado con sus dibujos, bellas fotos y un texto ameno y facilmente comprensible a pesar de ser de tema científico. Será presentado en breve por su esposa.
Aurelio Bernardino falleció este 29 de noviembre, inesperadamente, antes de la salida de su libro y del viaje que esperaba hacer esta vez con su esposa, el 9 de diciembre, a la Pampa de la Quinua.

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AyacuchoPeru es una región con cerca de 700mil habitantes. Ayacucho es conocida como la cuna de la libertad americana. Ayacucho está dividido en 11 provincias: Huanta, La Mar, Huamanga, Vilcas Huaman, Victor Fajardo, Cangallo, Lucanas, Parinacochas, Paucar del Sara Sara, Huancasancos

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